La Estatua de la Madre Patria (en ucraniano: Батьківщина-Мати), o más comúnmente conocida como Rodina-Mat (en ruso: Родина-мать) es una estatua monumental que se encuentra en Kiev, Ucrania. La escultura se yergue en la parte alta del Museo de la Gran Guerra Patria. Diseñada por Yevgeny Vuchetich, la estatua está hecha de acero inoxidable, mide 62 metros de altura, en conjunto con la base mide 102 metros y pesa unas 560 toneladas. La espada en la mano derecha de la estatua mide unos 16 metros de largo y pesa 9 toneladas; en la mano izquierda sostiene un escudo (13 por 8 metros) con el emblema del Estado de la Unión Soviética. El pasillo conmemorativo del museo exhibe placas de mármol con nombres grabados de más de 11 600 soldados y más de 200 trabajadores de la casa-frente honrada durante la guerra con el título de «Héroe de la Unión Soviética» y «Héroe del trabajo socialista».
En la década de 1950 hubo planes de construir dos estatuas gemelas de Vladimir Lenin y Joseph Stalin, a casi 200 metros de separación de cada uno; sin embargo, esto no se realizó. En cambio, según la leyenda, en la década de 1970 un destacamento de funcionarios del Partido Comunista y el escultor soviético Yevgeniy Vuchetich miraron a las colinas de la Lavra y decidieron que era un lugar perfecto para un monumento a los caídos. Vuchetich había diseñado los otros dos más famosos monumentos de guerra gigantes soviéticos, otra estatua de hierro en Volgogrado y el Soldado Soviético en Berlín.
Los planes finales para la estatua se hicieron en 1978, con la construcción a partir de 1979. Fue controversial, muchos criticaron los costos involucrados y afirmaron que los fondos podrían haber sido mejor gastados en otro lugar. Cuando se le preguntó el director de construcción de Ivan Petrovich para confirmar los costes de 9 millones de rublos, él respondió que se trataba de una estimación. Vuchetich murió antes de que se completara la estructura, y se terminó cuando se hizo cargo del mismo el arquitecto Vasyl Borodai. La estatua fue inaugurada en 1981 en una ceremonia a la que asistieron el entonces primer ministro soviético Leonid Brezhnev.
Hoy día la estatua sigue siendo controversial, algunos afirman que debe ser derribada y su metal utilizado para fines más funcionales. Debido a la escasez de financiación, la llama, que utiliza hasta 400 metros cúbicos de gas por hora, sólo se puede usar en las principales fiestas nacionales. Además, persisten los rumores de que la estatua se construyó sobre cimientos inestables, algo fuertemente negado por el gobierno local de Kiev.